La guerra comercial entre EE UU y China tambalea la economía y las bolsas

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El enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China se ha convertido ya en un conflicto global, dejando pequeño el concepto de refriega comercial. Las consecuencias que las últimas medidas tomadas por ambos contendientes han provocado en la economía mundial no resulta baladí, han hecho saltar todas las alarmas y ha impactado directamente en los sistemas económicos y financieros. También en España.La bolsa española no ha sido ajena a las consecuencias de esta guerra comercial, que está desencadenando la drástica reducción del crecimiento económico. El selectivo español, igual que el resto de las bolsas europeas, intensificó sus pérdidas, y al -1,35% del lunes sumó ayer otro -0,89% y pierde los 8.700 puntos, para marcar el mínimo anual. El peor parado fue el sector bancario, cuyo índice se situó en 345,26 puntos. Malas noticias para un otoño caliente.Todo es consecuencia directa de que el Gobierno de Estados Unidos anunció el pasado lunes su decisión de señalar al gigante asiático como «manipulador de divisas», después de que el Banco Popular de China (BPC) dejara caer el yuan a mínimos de 2008 respecto al dólar. Su intención era básicamente rebajar los precios de la producción china en la misma proporción que la subida de aranceles impuesta por la Administración Trump. Un yuan más débil significa que los productos chinos valorados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar la falta de competitividad, aunque el precio aumentará significativamente el coste de las importaciones. Ayer, China estabilizó su moneda y los mercados se mostraron más calmados, pero a la baja, aunque su Gobierno advirtió de las turbulencias que impactarán en la economía mundial por su pulso con EE UU. Y en este toma y daca, el gigante norteamericano denunció la maniobra en el Fondo Monetario Internacional con la intención de «eliminar la injusta ventaja competitiva creada por las últimas acciones». Acusaciones cruzadas y varios frentes abiertos.Si Donald Trump señalaba a China por incumplir sus promesas de importar más productos agrícolas de EE UU, ayer Pekín golpeó a su oponente por ese flanco, al suspender estas compras en respuesta al anuncio de más aranceles a productos chinos a partir de septiembre. Directamente al mentón de Trump, que había convertido la defensa de los productos agropecuarios y la población rural de su país en una de sus mayores bazas electorales. Les había prometido apoyo gubernamental y protección contra las supuestas malas praxis comerciales de los enemigos exteriores, principalmente China, y ahora habría perdido de golpe uno de sus principales mercados. El efecto de su política parece seguir el rumbo contrario al que se había marcado con la aplicación de aranceles del 10% a 300.000 millones de dólares a productos chinos. Millones de toneladas de soja, de algodón, cereal, cerdo y sorgo estadounidenses habrían sido bloqueadas de golpe en las fronteras. El Ministerio de Comercio del país asiático no tuvo reparos en revelar que, no sólo se han suspendido las compras de productos agrícolas estadounidenses por parte de empresas chinas, sino que no descartan que se amplíe la aplicación de gravámenes a la importación de los bienes de este tipo adquiridos después del 3 de agosto, con lo que el impacto financiero sería aún más contundente.Sin embargo, sí dejaba una puerta abierta a dar marcha atrás en su postura si veía «cambios positivos en las decisiones impositivas de EE UU», pero estas perspectivas estarían sujetas a que Washington respete las condiciones del pacto suscrito por los dos máximos mandatarios de ambos países, Donald Trump y Xi Jinping. Esta no es la primera de las represalias que China toma contra Estados Unidos tras el anuncio de los nuevos aranceles, y los analistas aseguran que habrá más contramedidas, aunque se descarta una nueva devaluación tan importante del yuan.En declaraciones recogidas por el Efe, la consultora Capital Economics, ve cierta connivencia del BPC con la depreciación del yuan, pero cree que la denominación de China como «manipulador de divisas» no tiene un fundamento económico firme: «En todo caso, el yuan sería incluso más débil de no ser por el apoyo del banco central, cuyas intervenciones anteriores trataban de apuntalar su valor». Por su parte, el analista financiero Julian Evans-Pritchard considera que la decisión de Washington está politizada, ya que China solo cumple con uno de los tres criterios para para merecer tal calificativo: tener un superávit comercial de más de 20.000 millones con Estados Unidos. El BPC recordó ayer que entre 2005 y 2019 el tipo de cambio nominal efectivo del yuan se había apreciado un 38%, mientras que el tipo de cambio real efectivo lo había hecho un 47%, por lo que el FMI consideraba que el tipo de cambio del yuan se alinea con los «requerimientos exigidos». ¿Y Europa, qué? Pues que se encuentra en el fuego cruzado entre ambas potencias y puede convertirse en uno de los grandes damnificados de este choque frontal. Las bolsas europeas mantuvieron ayer las caídas generalizadas. La ralentización de la economía alemana, el impacto del Brexit y los primeros síntomas de recesión pueden contraer el crecimiento de la Unión Europea al mínimo

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