Solicitan destituir ya a Trump por incapacidad

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Trump fuera



El asunto ha sobrevolado estos cuatro años de presidencia. ¿Sufre Donald Trump demencia senil, ha perdido el sentido de la realidad, su capacidad mental hace peligrar la estabilidad del país? O por decirlo de manera más clara: ¿Está loco?


La temeraria actuación del miércoles, en la que incitó a las hordas insurgentes a avanzar sobre el Capitolio cuando se certificaba la victoria de Joe Biden, ha vuelto a suscitar el debate sobre la posibilidad de incapacitar al presidente y evitar posibles riesgos en sus últimos trece días de gobierno. Su indiferencia ante la violencia, víctimas mortales incluidas, el ensalzamiento de a los asaltantes se interpretan como síntomas de su descompensación.


A diferencia de otras veces, confidentes, asesores republicanos y colaboradores de la Casa Blanca se sumaron al debate y plantearon avanzar el final de su mandato con medidas drásticas como la censura, el impeachment (procesamiento político) o con la Enmienda 25, una acción descartada en otros momentos por ser una fantasía. Si ello fuera así, el vicepresidente Mike Pence se haría cargo del ejecutivo hasta que el 20 de enero Joe Biden tome posesión. Hay que resaltar que fue justamente Pence quien aprobó el despliegue de la guardia nacional ante el rechazo inicial de Trump a hacerlo para aplacar los disturbios. 


Responsables del Departamento de Estado han empezado a alimentar la discusión sobre la Enmienda 25, que establece la incapacitación del presidente por razones de salud física o mental. En esas reuniones participaron cargos de la Casa Blanca y de otros departamentos.


La onda se ha expandido. Chuck Schumer, próximo jefe de la mayoría demócrata en el Senado, reclamó este jueves la destitución de Trump, bien por acuerdo de su gabinete (la citada enmienda constitucional) o por impeachment. “Lo que ocurrió ayer en el Capitolio fue una insurreción contra Estados Unidos incitada por el presidente, que no debe permanecer en el cargo ni un día más”, subrayó.


Adam Kinzinger fue el primer legislador republicano que se unió al coro formado por unos 80 congresistas. “Quedó claro que el presidente está desconectado no sólo de sus obligaciones y de su juramento, sino de la realidad”, afirmó.


En esta línea se expresaron los demócratas Charlie Chris – “es el momento de sacarlo”– y Ted Lieu,, que apeló a Pence: “El presidente está lejos de la realidad, lo sabes, todos los sabemos”. Le recordó al vicepresidente que la Enmienda 25 existe “para situaciones como esta”.


La legisladora progresista Ihan Omar empezó a circular un borrador con artículos para el impeachment. “No podemos permitir que siga en la Casa Blanca, hay que preservar la República”, aclaró.


A lo largo de estos dos días ha habido más adhesiones a este movimiento que reclama la destitución inmediata de Trump, a pesar de que parece muy difícil. El gobernador republicano de Vermont, Phil Scott, los legisladores demócratas Mike Thompson y Earl Blumenauer y otros miembros de la cámara de representantes insistieron.


Incluso la National Association of Manufacturers, que representa a 14.000 compañías en Estados Unidos y que fue fiel aliado de Trump, envió una petición al vicepresidente Pence para que “seriamente considere invocar la Enmienda 25 de la Constitución” y forzar la salida del presidente. En su comunicado, esta asociación culpó a Trump por la violenta incursión en el Capitolio.


Trump lleva dos meses sin aceptar el resultado. La desconexión de sus obligaciones se ha acelerado estos días. Su crisis personal, a partir de su incapacidad para aceptar la derrota, ha conducido a los graves incidentes del miércoles, en los que fallecieron cinco personas (una por impacto de bala en el Capitolio y en servicios de urgencias). Entre las víctimas hay un policía. 



Los republicanos han hecho público su enfado con el presidente por cómo ha fomentado un ataque “antiamericano” a una institución como el Congreso, y como ha dinamitado el partido. Existe la preocupación de si Estados Unidos puede soportar otras dos semanas con Trump desesperado.


La preocupación se acrecentó la tarde del miércoles. A través de Twitter y Facebook, Trump difundió un vídeo en el que pedía a los insurgentes que se fueran a casa en paz, pero insistió en su paranoia. “Fueron unas elecciones fraudulentas, pero no podemos hacerles el juego a esta gente. Os amo, sois muy especiales”, añadió. 


Poco después lanzó otro tuit en el que justificaba la invasión del Capitolio. “Son cosas que suceden cuando sin ceremonias se destruye una sagrada votación electoral ganada por goleada y se despoja a patriotas que han sido tratados de mala manera y sin lealtad. Id a casa en paz y con amor. Recordad este día por siempre”.


Twitter y Facebook tomaron una medida sin precedentes al borrar estos mensajes y cerrarle la cuenta durante doce horas. “Esta noche le han prohibido el uso de las redes sociales, pero todavía tiene el código nuclear”, alertó David Jolly, ex legislador republicano.


Según The New York Times, Charles Kushner, padre de Jared, el yerno de Trump, reconoció en un e-mail a un amigo que la conducta del presidente está “más allá de nuestro control”. Lo asesores han desertado o lo evitan. Sólo le rodean personajes de la órbita conspirativa, de dudosa cordura, como Pete Navarro, director del consejo comercial, y el abogado Rudy Giuliani.


La cuestión la resume un editorial del The Washington Post. “La responsabilidad por este acto de sedición recae en el presidente, quien ha demostrado que su permanencia en el cargo representa una grave amenaza para la democracia estadounidense. Debe ser destituido”, sostiene. “El presidente no es apto –recalcó el Post- para permanecer en el puesto durante los próximos días. Cada segundo que retiene el enorme poder de la presidencia es una amenaza al orden público y a la seguridad nacional”.


También la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se ha sumado esta tarde a ese clamor y ha señalado que  Trump debería ser destituido de inmediato de su cargo o el Congreso puede proceder a acusarlo.


Pelosi se ha sumado así a todos los que pedían al gabinete que invocara la Enmienda 25 para obligar a Trump a dimitir del cargo. "El presidente de los Estados Unidos incitó a una insurrección armada contra Estados Unidos", ha señalado Pelosi, quien cree  que podría causar más daño al país: "Cualquier día puede ser un espectáculo de terror para Estados Unidos". 

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