Planeación intuitiva vs. planeación formal

Emprender no es para cualquiera. Aventurarse a ser tu propio jefe es, sin duda, un camino complicado y lleno de riesgos. Un consejo importante para que el proceso sea más sencillo es que cuentes con una planeación formal, con  el objetivo de prever las complicaciones que puedan surgir a lo largo de esta aventura. 

Un plan estratégico servirá de guía y marcará la pauta de las acciones que necesites realizar para lograr los objetivos de tu empresa. En dicho plan es necesario que analices los diferentes escenarios a los que estás expuesto y te anticipes a las contingencias que puedan surgir. Cuando los empresarios realizan un plan estratégico, toman en cuenta diversos aspectos que les ayudan a controlar la mayor cantidad de variables posibles, con el fin de estar preparados para las eventualidades, además de tener un plan de respaldo si las cosas no salen como esperan. 

Existen empresarios que deciden adoptar una postura mucho más reactiva; es decir, se guían por la intuición y resuelven los problemas conforme ocurren. Este tipo de “planeación” tiene como caracteristica principal que no hay preparación para ningún tipo de escenario, lo cual puede complicar la operación e impedir que sus negocios logren sus objetivos, además de estar en constante exposición a la posible desaparición de la empresa misma porque es cien por ciento dependiente de lo que sucede en el entorno. 

Para los empresarios que deciden recorrer la ruta de la planeación formal, existen tareas que es prioritario realizar, como son las estrategias comercial, operativa, financiera y de recursos humanos. 

Una buena estrategia comercial depende de que el empresario establezca objetivos claros para atender la demanda de cada segmento de mercado al que se dirije. A mejor estrategia, más facilidad para ganar la preferencia del cliente. Cuando un empresario no cuenta con esta estrategia, sus ventas están sujetas a las necesidades que existan en el mercado y no tiene un panorama claro de cómo puede mejorar para incrementar su rentabilidad.

La operación es otro punto fundamental para cualquier empresa porque define las actividades y responsabilidades en el equipo de trabajo. La suma de esfuerzos se traduce en el cumplimiento de objetivos. Si un negocio no cuenta con una estrategia operativa,  no hará un uso eficiente de los recursos disponibles (humanos, financieros, tecnológicos, etcétera).  

Un tema delicado, que suele causar dolores de cabeza a los empresarios, es el dinero y la liquidez. La planeación financiera merece la mayor atención porque existe acceso limitado a créditos y soluciones financieras que ayuden a los empresarios a enfrentar las fluctuaciones del mercado y, sobre todo, los contratiempos que pueden surgir durante la operación. En la planeación formal se contemplan planes de uso de efectivo y soluciones para disponer de la liquidez que las empresas necesitan en un momento de crisis o emergencia. 

Cuando no existe una planeación o se hace de forma intuitiva, esta es una de las causas más comunes de desaparición de las pequeñas y medianas empresas. Es muy complicado solucionar una contingencia al momento, en especial para los negocios que no tienen un historial crediticio que los respalde ante las instituciones financieras. 

El capital humano es lo más importante para las empresas; por tanto, es de suma importancia contar con una estrategia integral a este respecto para obtener mejores resultados. Capital intelectual significa que el colaborador cuenta con las habilidades necesarias para desempeñar su función en el equipo de trabajo con excelencia, gracias a un exhaustivo proceso de selección. Cuando una empresa carece de esta planeación, se expone a no contar con personal competente y tendrá una alta rotación que resulta costosa en tiempo y dinero.

Algunos empresarios deciden no hacer este tipo de planeación por ser un proceso difícil. Tomar una postura reactiva es válido y muy pocas veces es funcional, pero todo depende del tipo de líderes que sean y un poco de la suerte con la que cuentan. En todo caso, cada líder decide la estructura que le resulta más funcional; aunque siempre será más recomendable estar preparados para cualquier escenario, ya que de esto depende la permanencía del negocio en el tiempo.

Colaboracion de:

Claudio Kandel

Director de DISI operaciones, ha sido, director de productos financieros en Banco Azteca, director de riesgo de crédito y director de operaciones en HSBC, gerente de marca de "Western Union: Dinero en Minutos" en Elektra, entre otros. Cuenta con amplia experiencia en el sector financiero, tanto en México como en el mundo.