Liquidez, el principal reto de las Pymes

Para finales de 2019 siete de cada diez empleos formales eran creados por pequeñas y medianas empresas; sin embargo, 70% de las empresas cierran antes de cumplir cinco años y apenas 11% llega a los veinte años de operaciones. Si sumamos estas estadísticas a la situación provocada por la pandemia, el panorama se vuelve aún más complicado. 

Cuando una pequeña y mediana empresa logra cerrar una venta con una compañía que paga a plazos, los dueños suelen emocionarse pues han ganado la preferencia de un cliente importante, lo cual les dará reconocimiento y prestigio. Lo que muchas veces esos empresarios no saben es el dolor de cabeza que les traerá esa venta.

Si bien la pyme logró ganar la preferencia de un cliente, también ganó un problema que no vislumbra hasta el momento de realizar sus propios pagos. La mayoría de las grandes empresas tienen esquemas de pago a plazos de treinta, sesenta, noventa días o más. Es entonces cuando inicia el principal reto de las pymes: la falta de dinero líquido.

Una vez que la pyme realizó la venta y la facturó, tendrá que esperar para recibir el pago de la mercancía o servicio. Aquí es cuando la falta de liquidez se hace presente en la vida del empresario pues, aunque en papel haya vendido, en la realidad aún no puede contar con el efectivo de la venta.

¿Cómo es esto posible? En México este es un problema constante para los empresarios. Está demostrado que cerca de 70% del financiamiento lo dan los proveedores. Esto les provoca una brecha entre los plazos que deben cumplir para pagar a sus proveedores y los plazos que otorgan a sus clientes. 

La liquidez que una empresa necesita depende de diversos factores como: cuánto de lo que vendí logro convertir en efectivo, cuándo tengo que pagar a mis proveedores, cuándo y cuánto se paga de gastos fijos, cuándo y cuánto debo pagar lo que debo y cuánto tengo disponible para comprar materias primas para seguir produciendo. El flujo que una empresa necesita se basa en ventas, costos y cómo se acomodan en el tiempo.

Para que todo lo anterior se pueda conjugar y tener un buen panorama, es necesario que las empresas cuenten con un plan de uso de efectivo, sin el cual no tendrán dinero para operar, terminarán siendo parte de las estadísticas y cerrarán al poco tiempo de iniciar operaciones. 

Otro punto que las empresas deben trabajar todos los días son las fuentes de efectivo, que pueden ser: capital de propio o de los socios, las ventas y la cobranza, financiamiento de los proveedores o deuda financiera. Cada una es una opción para que las empresas permanezcan con la liquidez que necesitan para seguir operando. 

Adquirir deuda financiera es una de las opciones menos complicadas para obtener liquidez. Las instituciones financieras que la otorgan tienen ciertos requisitos que en ocasiones son inaccesibles para las pymes por su corto tiempo de operación. También existen instituciones financieras no tradicionales que otorgan financiamiento con requisitos más sencillos, con la honestidad de los empresarios como mejor aval. 

Existen muchos retos para los emprendedores en el camino a la consolidación de sus empresas. Por esto, antes de arrancar un proyecto es necesario calcular la liquidez que requerirá, además de conocer los ciclos de efectivo. Por ende, es indispensable contar con un plan de uso de efectivo en todas las fuentes de financiamiento posibles. 

Las proyecciones no siempre son exactas; una cosa son los planes y otra, la vida real. Desconocer la importancia de la liquidez puede poner en apuros a los empresarios. Para evitar que esto suceda es necesario que la empresa esté preparada para enfrentar las inclemencias del mercado. Si se conocen todos los escenarios posibles y se contempla la mayor cantidad de variables, las posibilidades de éxito son mayores.

Colaboracion de:

Claudio Kandel

Director de DISI operaciones, ha sido, director de productos financieros en Banco Azteca, director de riesgo de crédito y director de operaciones en HSBC, gerente de marca de "Western Union: Dinero en Minutos" en Elektra, entre otros. Cuenta con amplia experiencia en el sector financiero, tanto en México como en el mundo.