¿Cómo pueden combinarse innovación, emprendimiento y sustentabilidad?

Cada vez son más los inversionistas que están dando prioridad a las empresas que tienen criterios ambientales, sociales y de gobernanza (criterios ASG). Pero, ¿cómo pueden combinarse innovación, emprendimiento y sustentabilidad?

Dadas las condiciones actuales globales derivadas de la pandemia y los efectos del cambio climático, los capitales están mirando hacia las emprendedores que se esfuercen por poner su granito de arena para lograr un mejor planeta.

Innovación, emprendimiento y sustentabilidad

En México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) han dado conocer disposiciones que crean incentivos para que las empresas divulguen e implementen los criterios ASG.

Con esto se busca incentivar a quienes sigan este tipo de prácticas.

Para lograrlo, se hace conveniente la convergencia entre la innovación, el emprendimiento y la sustentabilidad y, con ello, ser más competitivos y atraer inversión.

Te presentamos las definiciones y algunos ejemplos de emprendimientos que están teniendo un impacto social:

Sustentabilidad

No existe un único concepto de sustentabilidad, hay diversas definiciones de qué es y cómo implementarlo.

Viene de la palabra sostenible, que la Real Academia de la Lengua Española define como algo que se puede mantener durante un largo tiempo, sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente.

La Unión Europea lo define como satisfacer las necesidades del presente, al tiempo que garantiza que las generaciones futuras también puedan satisfacer sus propias necesidades.

Tiene tres pilares: el económico, el ambiental y el social.

En el Acuerdo de París, que es el primer acuerdo universal y vinculante sobre el cambio climático, adoptado en la Conferencia COP21, 195 países acordaron limitar el calentamiento global en dos grados centígrados, con el fin de reducir las emisiones lo antes posible hasta conseguir la neutralidad en carbono.

De las múltiples acciones que existen que han implementado los países que suscribieron este acuerdo, México adoptó el Sistema de Comercio de Emisiones (SCE), que de acuerdo con información de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno de México, es un instrumento de mercado diseñado para reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Es decir, se basa en el principio de “tope y comercio” (cap and trade), que consiste en establecer un tope máximo sobre las emisiones totales de uno o más sectores de la economía que debe de ser reducido cada año.

Esto obliga a las empresas contaminantes a compensar las emisiones derivadas de su actividad mediante la compra de créditos de carbono a desarrolladores de proyectos de reducción de emisiones, tales como plantas recicladoras, proyectos de energías renovables, proyectos forestales y de eficiencia energética, entre otros.

Sin embargo, la sustentabilidad ya no se limita a lo ambiental.

La agenda 2030 promovida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contempla 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para abordar las causas fundamentales de la pobreza y la necesidad universal de un desarrollo que funcione para todas las personas.

Los objetivos abarcan tres dimensiones: crecimiento económico, inclusión social y protección del medio ambiente.

Emprendimiento

Los conceptos de emprendimiento y sustentabilidad se convierten en una alternativa del futuro para el desarrollo de las empresas.

Incluso, ya se habla de emprendimientos sostenibles, como aquellos que incluyen dentro de su plan negocios objetivos estratégicos no solamente los componentes económicos, sino también el desarrollo social y la protección ambiental.

De acuerdo con el Monitor Global de Emprendimiento (GEM), el emprendimiento es cualquier intento de creación de nuevos negocios o nuevas empresas, como el trabajo por cuenta propia, una nueva organización empresarial o la expansión de una empresa existente, por parte de un individuo, un equipo de individuos o un negocio establecido.

Incluso, existe el término emprendimiento sostenible, que es aquel que tiene que ver con el comportamiento de las empresas en aspectos sociales y éticos como protección a los derechos humanos, igualdad de género, no al trabajo infantil, no a la discriminación y otros derechos.

En lo medioambiental implica el uso de productos limpios, ecoeficiencia, desarrollo tecnológico sostenible y ecodiseño, de acuerdo con el artículo La asequibilidad de la certificación de emprendimiento sostenible para pymes, de la revista International Journal of Sustainable Development & World Ecology.

Innovación

Los millennials, según un estudio de Morgan Stanley, están interesados en poner su dinero o comprar productos que generen un bien social y medioambiental.

Esto presiona a las empresas para que tomen una mejor posición frente a dichas problemáticas.

De acuerdo con el informe de la firma estadounidense, el 75 % de los millennials cree que sus inversiones pueden influir en el cambio climático y el 84 % cree que tienen el poder de ayudar a sacar a las personas de la pobreza.

Pero, para lograr atraer inversiones y consumo de ese mercado se requiere de innovación.

Se entiende por innovación todo aquello cuya esencia está en progreso y en aprovechar el conocimiento para alcanzar de modo más eficaz metas valiosas, de acuerdo con el Libro Blanco de la Fundación Repsol.

Otro aspecto de la innovación está relacionado con la adopción de nuevas tecnologías, e implica la integración de productos de alta tecnología como las TICS y la biotecnología, por ejemplo, en la industria agroalimentaria.

También en la puesta de nuevos productos y procesos de producción, cuya aplicación en sectores de contenido tecnológico bajo o medio demanda mayor formación de su mano de obra, de acuerdo con la publicación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Manual de Oslo (1997).