Nelly Korda, la estadounidense que ha frenado en seco el dominio de las últimas décadas de las golfistas coreanas, protagonizó uno de esos episodios que por el marco donde se produjo, los Juegos Olímpicos, se puede elevar a las jornadas más fantásticas que ha visto la natación o el atletismo, deportes más tradicionales en el programa. A pesar de un doble bogey final que impidió superar los 61 de Rory Sabbatini con los que ganó la medalla de plata el domingo pasado, la hija pequeña del tenista checo que ganó el Open de Australia, dejó un récord femenino con el tanteo de 62.
La número uno del mundo, la estadounidense Nelly Korda, asumió este jueves el control en el torneo femenino olímpico de golf con una gran exhibición de juego en la segunda vuelta al campo este del Kasumigaseki Country Club.
Nelly Korda bordó el juego y entregó una tarjeta firmada de 62 golpes (9 bajo par) que le permite asaltar el liderato con cuatro impactos de margen sobre el trío formado por las danesas Nanna Koertz Madsen y Emily Kristine Pedersen y la india Aditi Ashok, que se mantiene en la pugna por las medallas.
La jugadora estadounidense, de 23 años, hija del extenista checo Petr Korda (campeón del Abierto de Australia de 1998) y que este año ganó su primer 'grande' al imponerse en el Campeonato d la PGA, comenzó a explotar con un birdie en el hoyo 5, al que siguió un eagle al 6 y tres nuevos birdies del 7 al 9. Cinco hoyos en los que demostró su condición de número uno.
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