La escasez de agua que impacta a Monterrey, la peor sequia en años.

Una sequía histórica en Monterrey, la capital industrial del país
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Sequia monterrey


Una sequía histórica en el noreste de México ha trastocado la vida de Monterrey, la capital industrial del país.


La suma de una sequía meteorológica, en la que desde 2015 las lluvias han estado por debajo de la media, y el agotamiento de reservas, ha encendido la alarma de autoridades en el estado de Nuevo León, que el 4 de junio anunciaron que el suministro de agua solo estará garantizado durante seis horas al día, de 4 a 10 de la mañana.


Con esta medida se suspende el programa "Agua para Todos", con el que realizaban cortes programados un día por semana.

Las imágenes del suelo seco y agrietado de, por ejemplo, la presa La Boca, la más pequeña de las tres en la ciudad, han causado alarma entre la población.


En tiempos normales, esta presa era considerada uno de los sitios turísticos más emblemáticos de la zona metropolitana de Monterrey. Ahora, los restaurantes y bares de la zona lucen regularmente vacíos y un malecón construido por el gobierno estatal está casi en abandono.


Los recortes temporales de agua obligaron a finales de marzo a apresurarse a tiendas para conseguir tanques, cisternas y tinacos en hogares y negocios.


Mientras que las personas que no pueden pagar por este tipo de instalaciones, o que no consiguieron debido a la alta demanda, optaron por almacenar agua en contenedores.


La escasez actual también ha impactado a pequeños negocios. Por ejemplo, Roberto de Jesús, propietario de Café Limón, explicó tuvo que comprar un tinaco para seguir operando su negocio.


“Es un tema que nos ha pegado mucho porque la calidad del agua ya no es la que era antes. Digamos las partículas por millón del agua estaban antes entre 200 y 240 cuando estaba muy feo. Ahorita está mínimo 280 o 320”, explicó el cofundador del café que en un día normal requiere 100 litros de agua para funcionar.


Otros incluso han recurrido a la fe para tratar de encontrar una solución a la grave problemática. Este 5 de marzo, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, trasladó la misa dominical a la presa La Boca para pedir por las lluvias y que los embalses vuelvan a la vida.


En la ceremonia, a la que asistió el gobernador del estado, Samuel García, junto a su esposa, estuvo también la imagen peregrina del Señor de la Expiración, a quien tradicionalmente se le suplica por estas necesidades, según la Arquidiócesis de la ciudad.

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