La profesionalización de una empresa implica establecer procesos, estructuras y prácticas que mejoren su gestión y funcionamiento. Toda empresa tiene un recurso de alto valor, del cual depende toda su operación y funcionamiento: el capital humano. Para que un negocio pueda alcanzar sus objetivos, es fundamental que ese capital humano sea de calidad y esté bien preparado, motivado y comprometido.
En primer término definiremos qué es el capital humano, término que se refiere al conjunto de habilidades, conocimientos, experiencia y talento que poseen los colaboradores de una empresa. La importancia de la gente que conforma un equipo de trabajo radica en que hace posible la ejecución de los procesos y la entrega oportuna de productos o servicios.
Existen diversas áreas que reciben las aportaciones del capital humano y una de ellas es la innovación. Los colaboradores que están altamente calificados y motivados tienden a generar ideas creativas, lo cual se traduce en mejoras de procesos, productos, servicios y atención a clientes a través de todos los medios disponibles. Asimismo, el capital humano fomenta mejoras en la productividad, con la consecuente optimización de la eficiencia y rentabilidad de la empresa. En relación con la atención al cliente, un capital humano comprometido y capacitado ofrece un servicio de mayor calidad, lo cual significa mayor satisfacción, mejor experiencia, fidelidad y recurrencia.
Una empresa que invierte en su capital humano es considerada un lugar conveniente para trabajar. Esto es atractivo para nuevos talentos e incrementa la reputación de la compañía en el mercado. Cuando los colaboradores se sienten valorados y capacitados, permanecen en la empresa y esto reduce los costos asociados con la rotación de personal.
Un proceso de profesionalización exitoso requiere contar con una estructura organizacional clara y definida, con roles y responsabilidades específicos para cada uno de los miembros del equipo, además de los recursos materiales e intelectuales necesarios para el cumplimiento de sus tareas. Esta estructura debe establecer procesos y sistemas eficientes que permitan la más efectiva operación y que habiliten las posibilidades de crecimiento.
La profesionalización de una empresa es un proceso continuo; por tanto, debe contar con capital humano dispuesto a realizar el esfuerzo y a sostener la convicción necesaria para lograr los objetivos organizacionales. La meta por excelencia siempre deberá ser el éxito de la empresa y de todos los miembros que la conforman.
Claudio Kandel
Director de DISI operaciones, ha sido, director de productos financieros en Banco Azteca, director de riesgo de crédito y director de operaciones en HSBC, gerente de marca de "Western Union: Dinero en Minutos" en Elektra, entre otros. Cuenta con amplia experiencia en el sector financiero, tanto en México como en el mundo.
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