El mercado inmobiliario en México está en proceso de cambio y busca adaptarse a las recientes preferencias impulsadas por las nuevas generaciones, que buscan adquirir su propia casa.
En tal escenario, los MIllenials y la Gen Z no solo enfrentan desafíos financieros, por los altos costos de vivienda y los bajos niveles salariales, sino que también desean que los espacios donde vivirán reflejen su estilo de vida.
El director general de la plataforma financiera Dinero.mx , Alejandro Sena, explicó que “estos jóvenesnacidos entre 1991 e inicios de los 2000, que en hoy se ubican entre 25 a 34 años, se encuentran en una etapa ideal para considerar comprar una casa a través de un crédito hipotecario”.
Precisó que, de acuerdo con cifras de Banamex, 52% de las solicitudes de créditos hipotecarios en 2024 fueron realizados por millennials, y la participación de esta generación en el sector inmobiliario aumentó más de 50% en los últimos cinco años.
De acuerdo con una investigación de la plataforma Dinero.mx, las preferencias inmobiliarias de los jóvenes Millennials y de la Gen Z son:
A diferencia de las generaciones que los anteceden, los jóvenes millennials y centennials buscan espacios optimizados y funcionales, aunado a un diseño minimalista que les proporciona un ambiente más limpio, organizado, con menos adornos que da como resultado un hogar visualmente relajante y que les ayuda a reducir costos en mantenimiento.
Los compradores jóvenes buscan comprar una casa que esté construida con materiales eco friendly; por ejemplo, con sistema de aislamiento térmico, paneles de energía solar y electrodomésticos de ahorro energético.
Debido al fortalecimiento del trabajo remoto , es importante para los millennials y Gen Z que la casa, que lleguen a adquirir, cuente con áreas que puedan destinar para el trabajo, así como ambientes dedicados al descanso y socialización.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Indicadores de Vivienda (SNIIV) registró 234 mil créditos para la vivienda usada en 2024; estas propiedades representan una opción real y accesible para los jóvenes compradores, ya que su costo suele ser 20% o 30% más bajo que una propiedad nueva.
Las nuevas generaciones prefieren que sus hogares estén rodeados de áreas recreativas, con parques y zonas comunitarias, asimismo que en los interiores cuenten con un entorno natural como terrazas, jardines verticales o huertos.
Otro efecto del trabajo remoto es que los jóvenes al ya no depender de una ubicación cercana a las oficinas, prefieren asentarse en zonas periféricas, sin tráfico o contaminación, como ciudades medianas con precios más accesibles, por ejemplo, Querétaro, Tijuana y Mérida que en los últimos años ha presentado una demanda inmobiliaria.
Los jóvenes buscan que sus hogares implementen tecnología inteligente, que los ayude a automatizar acciones como luces controladas por voz, sistema de seguridad avanzado, asistente virtual entre otros ejemplos.
Las nuevas generaciones cuentan con mayor educación financiera, por lo que comprenden que una propiedad puede ser una opción ideal de inversión, ello se demuestra con la tendencia de los compradores por adquirir viviendas para habitar (55%) o para invertir (45%). Por lo que las zonas turísticas han tenido un auge por la rentabilidad a través de plataformas de alquiler vacacional.
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